El Metro es el medio de transporte público más utilizado en la Ciudad de México, ya que, a diario por sus distintas líneas se desplazan 4.6 millones de personas, aunque se cuenta que no son las únicas que recorren sus pasillos, andenes y vagones.
Han pasado 54 años desde que la historia del Sistema de Transporte Colectivo (STC) comenzó a escribirse, por lo que sus instalaciones han sido testigo de la vida e incluso la muerte de usuarios, trágicas y lamentables.
Hay quienes afirman que en algunas estaciones se puede sentir una energía inusual, especialmente de noche, cuando los andenes lucen más vacíos y se deja atrás el caos y las multitudes de las horas pico a las que los capitalinos están acostumbrados.
En este Día de Muertos te traemos algunas de las historias de terror que usuarios cuentan sobre el Metro y que te harán tener más cuidado la próxima vez que decidas quedarte dormido de regreso a casa.
Las brujas de Apatlaco
Si alguna vez te encuentras en la Línea 8 que va de Garibaldi a Constitución de 1917 y mujeres hermosas se acerquen a ti, recuerda que podrían tratarse de brujas.
Esta historia le ocurrió a un joven cuando regresaba a su casa, cerca de las 22:00 horas, en la estación Apatlaco mientras leía para aprovechar el trayecto.
Lo que parecía un viaje común de noche cambió cuando tres mujeres atractivas abordaron el mismo vagón y al verlo leer, una de ellas decidió acercarse a platicar sobre libros.
La conversación iba bien hasta que le propusieron mostrarle más libros, sólo si las acompañaba hasta su casa que se encontraba cerca de la estación Cerro de la Estrella, aquí todo cambió.
El usuario les dijo en varias ocasiones que no podía hasta que en la estación Escuadrón 201 se subieron más personas que observaron la escena, pero con otros ojos.
Para cuando llegaron al Cerro de la Estrella, las mujeres bajaron y entre risas le aseguraron que se volverían a encontrar, lo que asustó más al joven, aunque este miedo sólo incrementó cuando las demás personas le hablaron sobre la extraña apariencia de aquellas señoras.
Asimismo, le advirtieron que lo más probable es que se tratara de brujas que pretendían llevarlo a la “Cueva del Diablo”, en la alcaldía Iztapalapa, donde se dice que practican rituales.
Los misterios de Barranca del Muerto
Una de las estaciones que más misterios guarda de la Línea 7 es Barranca del Muerto ya que esta zona de la Ciudad de México funcionaba como una fosa común durante los tiempos de la Revolución.
En la actualidad usuarios afirman haber experimentado todo tipo de historias de terror en los pasillos y vagones de esta estación subterránea, principalmente a altas horas de la noche.
La más famosa ocurrió cuando un pasajero se quedó dormido y cuando despertó, justo en Barranca del Muerto, el convoy ya había dejado de dar servicio y se encontraba completamente solo.
Ya despierto, el hombre alcanzó a observar una figura humana, pero este espectro tenía las orejas puntiagudas y los ojos amarillos, poco a poco se acercó a él, por lo que el miedo lo invadió hasta desmayarse.
Cuando personal del Metro revisó al día siguiente el tren para reanudar el servicio encontraron al sujeto inconsciente, había pasado la noche en el vagón y de aquella figura que vio no supo más.
La niña de Terminal Aérea
La próxima vez que camines por la estación Terminal Aérea de la Línea 5 que va de Politécnico a Pantitlán podrías encontrarte con una niña que te pedirá que juegues con ella.
Quienes la han visto aseguran que se aparecen cuando los vagones se quedan casi vacíos, especialmente en la noche, antes de que concluya el servicio.
Sí la encuentras ten por seguro que te lanzará una pelota para que juegues con ella, pero no es un juguete normal sino su cabeza.
Otras versiones apuntan a que la menor se acerca a los usuarios para pedirles que le ayuden a amarrar las agujetas de sus zapatos, aunque al hacerlo probablemente te des cuenta que no tiene pies.
Los espíritus de Panteones
La estación Panteones de la Línea 2 se ubica entre el Panteón Español y el Panteón Frances de San Joaquín, por lo que hay quienes afirman que la energía y actividad paranormal es frecuente.
Algunos pasajeros que han transitado por esta estación cuentan que cerca de las 11 de la noche es cuando se pueden escuchar gritos y lamentos entre los pasillos del Metro.
Muchos piensan que se trata de las almas en pena de las personas que fueron enterradas en dichos cementerios y que hasta la fecha no han logrado el descanso eterno.
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